antenimiento y sustitución de los mangos de herramientas de jardín
Un mantenimiento simple pero regular de los mangos de madera o de fibras de vidrio
El mango es la unión entre la parte operante de la herramienta (de metal) y el usuario. Elegirlo bien es tan importante como seleccionar la herramienta correcta.
Opte por las herramientas cuyo mango está fijado con un tornillo en lugar de con un clavo o reemplazar este por un tornillo. Así le resultará más fácil cambiar el mango en su momento. Si elige una parte metálica con un agujero oblongo, podrá reajustar fácilmente el mango cuando se seque la madera.
El mantenimiento de los mangos de madera y fibras de vidrio se reduce esencialmente a un almacenamiento al abrigo del sol y el agua. Pese al barniz, le recomendamos que pase regularmente un papel de vidrio fino sobre los mangos de madera para retirar posibles astillas.
El mantenimiento es también y sobre todo la ocasión de realizar un examen visual atento del mango con objeto de evitar los riesgos de rotura.
¿Cuáles son los riesgos cuando se rompe el mango de una herramienta?
Los mangos de madera Leborgne presentan una tasa de higrometría de un 16% que garantiza una perfecta unión de sus partes. Este porcentaje procede de un equilibrio perfecto entre una madera demasiado seca que aumentaría los riesgos de rotura y una madera insuficientemente deshidratada que podría provocar una holgura en el empalme en caso de exposición prolongada de la herramienta en un medio caliente y seco.
La inmensa mayoría de nuestros mangos de madera son de eucalipto. Gracias a la densidad de sus fibras, esta especie posee en efecto características mecánicas particularmente adaptadas a la fabricación de mangos para herramientas manuales. Las herramientas de cava como las horquillas o las herramientas de percusión como las mazas necesitan mangos sólidos para poder resistir los esfuerzos de flexión y los choques asociados a los golpes fallidos. Los ensayos de rotura demuestran que la resistencia del eucalipto es entre un 15% y un 20% superior a la de los mangos de fresno o haya muy presentes en el mercado.
La rotura del mango no es necesariamente peligrosa pero a menudo es repentina y puede provocar un desequilibrio y, por lo tanto, la caída del usuario. En estas circunstancias, el riesgo es que la parte metálica de la herramienta sea proyectada y caiga sobre el usuario o alguien de su entorno.
Obsérvese que un mango de calidad, tanto de madera como de materiales compuestos (fibra de vidrio), será siempre más fiable y resistente, y durará mucho más que un mango de herramienta económico.
¿Qué precaución debe adoptarse para evitar que un mango se rompa en plena acción?
Insistimos en recomendarle examinar regularmente el mango, en particular tras un golpe fallido, con objeto de desechar la herramienta o, si resulta necesario, cambiar el mango.
Se estima que un mango de madera que ha perdido un tercio de su sección debe cambiarse. De igual forma, un mango de fibras de vidrio que presente fisuras en la cubierta exterior debe cambiarse igualmente. No obstante, estos últimos tienen una vida útil muy superior a los mangos de madera.
Un buen mango puede limitar los efectos traumáticos asociados a gestos repetitivos y prolongados
Con exclusión de las heridas directas provocadas por un mango que se rompe en plena acción, el dolor de espalda y los TME (trastornos musculoesqueléticos) son las dos patologías que corre el riesgo de padecer si utiliza muy regularmente y durante mucho tiempo una misma herramienta.
Estos trastornos no pueden eliminarse, pero usted puede reducir sus efectos siguiendo los siguientes consejos:
- No utilice herramientas cuyo mango presente huellas de dedos moldeados o grabados que solo se adaptan a un tipo de mano y requieren un esfuerzo suplementario de presión para las otras.
- Elija preferentemente los mangos cuya superficie esté provista de un agarre suficiente para reducir los esfuerzos de presión, por ejemplo, en un trabajo bajo la lluvia.
- Use guantes bien adaptados al tamaño de su mano y provistos de un agarre adecuado comparable a una sujeción con la mano sin enguantar.
- Y sobre todo no dude en cambiar de mango si la longitud de origen le obliga a adoptar una postura incorrecta.
Cambiar de mango usted mismo: sí pero...
A primera vista, cambiar usted mismo el mango puede parecerle fácil. No obstante, debe saber que un adaptación incorrecta entre la parte metálica y el mango puede deteriorar considerablemente el rendimiento de la herramienta.
La unión entre parte metálica y mango puede realizarse con un clavo o un tornillo: este trabajo debe realizarse cuidadosamente para evitar una separación de la parte metálica y el mango.
En caso de duda, lleve la parte de metal a la tienda y pida consejo o diríjase a una persona experimentada de su entorno.
Le desaconsejamos que coloque usted mismo algunos mangos, como los mangos de espiga o en punta por ejemplo, porque son demasiado técnicos y difíciles de colocar sin un utillaje específico.
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